Si nos examináramos a nosotros mismos, no se nos juzgaría;
El Señor se fija en nuestra conducta. Él nos corrige para que aprendamos, y para que así no tengamos que ser castigados junto con la gente de este mundo que no cree en él. Si pensamos bien lo que hacemos, no seremos castigados.
Si nos juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos castigados.
Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
Que si nos juzgásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados.