El ojo no puede decir a la mano: 'No tengo necesidad de ti'; ni tampoco la cabeza a los pies: 'No tengo necesidad de vosotros.'
El ojo no puede decirle a la mano: 'No te necesito.' Ni puede la cabeza decirles a los pies: 'No los necesito.'
El ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito». Tampoco la cabeza puede decirle a los pies: «No los necesito».
Y no puede el ojo decir a la mano: «¡No te necesito!» Ni la cabeza a los pies: «¡No os necesito!»
Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
Y el ojo no puede decir a la mano: No te necesito: Ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.