Sin embargo, en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi sentido, para que enseñe también a los demás, que diez mil palabras en una lengua.
Sin embargo, en la iglesia prefiero emplear cinco palabras comprensibles y que me sirvan para instruir a los demás, que diez mil palabras en lenguas.
Sin embargo, cuando estoy en la iglesia, prefiero decir cinco palabras que se entiendan y que ayuden a otros, más que decir diez mil palabras en un idioma que nadie entiende.
pero en la asamblea, prefiero decir cinco palabras con mi mente, para instruir a los demás, que 10.000 en lengua.
pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.