¡Si sólo en esta vida hemos tenido esperanza en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres!
Si la esperanza que tenemos en Cristo fuera sólo para esta vida, seríamos los más desdichados de todos los mortales.
Si nuestra esperanza es que Cristo nos ayude solamente en esta vida, no hay nadie más digno de lástima que nosotros.
Si solamente para esta vida tenemos puesta nuestra esperanza en Cristo, ¡somos los más dignos de compasión de todos los hombres!
Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres.
Si sólo en esta vida esperamos en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres.