Así que, hermanos, cuando yo fui a vosotros para anunciaros el misterio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
Yo mismo, hermanos, cuando fui a anunciarles el testimonio* de Dios, no lo hice con gran elocuencia y sabiduría.
Hermanos en Cristo, cuando fui a ustedes, para hablarles de los planes que Dios tenía en secreto, no lo hice con palabras difíciles ni traté de impresionarlos.
Pues yo, hermanos, cuando fui a vosotros, no fui con el prestigio de la palabra o de la sabiduría a anunciaros el misterio de Dios,
Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
ASÍ que, hermanos, cuando fui a vosotros para predicaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.