Y yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niñitos en Cristo.
Yo, hermanos, no pude dirigirme a ustedes como a espirituales sino como a inmaduros,* apenas niños en Cristo.
Hermanos míos, antes de ahora no les pude hablar como a quienes ya tienen el Espíritu de Dios, porque ustedes se comportaban como la gente pecadora de este mundo. Por eso tuve que hablarles como si apenas comenzaran a creer en Cristo.
Yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
DE manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.