No os escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a mis hijos amados.
No les escribo esto para avergonzarlos sino para amonestarlos, como a hijos míos amados.
No les escribo esto para avergonzarlos. Al contrario, lo que quiero es darles una enseñanza, pues los amo como si fueran mis hijos.
No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino más bien para amonestaros como a hijos míos queridos.
No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados.
No escribo esto para avergonzaros, sino que os amonesto como a hijos míos amados.