Pero a los que se han casado mando, no yo, sino el Señor: que la esposa no se separe de su esposo
A los casados les doy la siguiente orden (no yo sino el Señor): que la mujer no se separe de su esposo.
A los que están casados, Dios les da esta orden: No deben separarse. Si una mujer se separa de su esposo, no debe volver a casarse. Lo mejor sería que arreglara el problema que tenga con su esposo. Pero tampoco el esposo debe abandonar a su esposa. Y esto no lo ordeno yo, sino Dios.
Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;
Mas a los casados mando, no yo, sino el Señor: Que la esposa no se separe de su marido;