Si alguien considera que su comportamiento es inadecuado hacia su virgen y si está en la flor de la edad y por eso siente obligación de casarse, puede hacer lo que quiere; no comete pecado. Cásense.
Si alguno piensa que no está tratando a su prometida* como es debido, y ella ha llegado ya a su madurez, por lo cual él se siente obligado a casarse, que lo haga. Con eso no peca; que se casen.
Sin embargo, si un hombre está comprometido con su novia, y piensa que lo mejor es casarse con ella porque ya tiene edad para hacerlo, que se casen, pues no están pecando.
Pero si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case.
Mas si a alguno le parece mal en su hija virgen, que pase ya de edad, y necesita así hacerlo, haga lo que quiera, no peca; que se case.