De esta manera, pecando contra los hermanos e hiriendo sus débiles conciencias, contra Cristo estáis pecando.
Al pecar así contra los hermanos, hiriendo su débil conciencia, pecan ustedes contra Cristo.
Cuando le hacemos daño a los miembros de la iglesia que no saben distinguir entre lo bueno y lo malo, también le hacemos daño a Cristo.
Y pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia, que es débil, pecáis contra Cristo.
De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.
De esta manera, pues, pecando contra los hermanos, e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.