Entonces Saúl dijo a su escudero: 'Saca tu espada y atraviésame con ella, no sea que vengan esos incircuncisos y hagan mofa de mí.' Pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada y se dejó caer sobre ella.
Saúl le dijo a su escudero: 'Saca la espada y mátame, no sea que me maten esos incircuncisos cuando lleguen, y se diviertan a costa mía.' Pero el escudero estaba tan asustado que no quiso hacerlo, de modo que Saúl mismo tomó su espada y se dejó caer sobre ella.
Entonces Saúl le dijo a su escudero: —Saca tu espada y mátame. Hazlo antes de que vengan esos extranjeros idólatras. De lo contrario, se burlarán de mí y me rematarán. Pero su escudero tenía tanto miedo que no se atrevió a matarlo. Entonces Saúl tomó su espada y se echó sobre ella.
Dijo Saúl a su escudero: «Saca tu espada y traspásame con ella; no sea que vengan esos incircuncisos y hagan mofa de mí.» Pero el escudero no quiso, pues estaba lleno de temor. Entonces tomó Saúl la espada y se arrojó sobre ella.
Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada y traspásame con ella, no sea que vengan estos incircuncisos y hagan escarnio de mí; pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y se echó sobre ella.
Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y hagan escarnio de mí; pero su escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. Entonces Saúl tomó la espada, y se echó sobre ella.