Entonces todos los de Israel acudieron a David, en Hebrón, y le dijeron: 'He aquí, nosotros somos hueso tuyo y carne tuya.
Todos los israelitas se reunieron con David en Hebrón y le dijeron: 'Su Majestad y nosotros somos de la misma sangre.
Después de esto, todos los israelitas y sus líderes se reunieron con David en Hebrón, y le dijeron: «Su Majestad, nosotros somos familiares de usted. Queremos que sea nuestro rey. Aun cuando Saúl era el rey, usted era el verdadero líder de Israel. Ahora se ha cumplido la promesa de Dios, de que usted llegaría a ser nuestro líder y nuestro jefe». Entonces David hizo un pacto con ellos y puso a Dios como testigo. Por su parte, los líderes de Israel derramaron aceite sobre la cabeza de David y lo declararon su rey. Así cumplió Dios lo que había prometido por medio de Samuel.
Congregóse todo Israel en torno a David, en Hebrón, y dijeron: «Mira: hueso tuyo y carne tuya somos nosotros.
Entonces todo Israel se juntó a David en Hebrón, diciendo: He aquí nosotros somos tu hueso y tu carne.
ENTONCES todo Israel se juntó a David en Hebrón, diciendo: He aquí nosotros somos tu hueso y tu carne.