David salió a recibirles y les habló diciendo: —Si habéis venido a mí con actitud pacífica y para ayudarme, estoy listo para tener alianza con vosotros. Pero si es para traicionarme a favor de mis enemigos, estando mis manos libres de violencia, que el Dios de nuestros padres lo vea y lo demande.
David salió a su encuentro y les dijo: Si vienen en son de paz y para ayudarme, los aceptaré; pero si vienen para entregarme a mis enemigos, ¡que el Dios de nuestros padres lo vea y lo castigue, pues yo no soy ningún criminal!
Al verlos, David salió a su encuentro y les dijo: «Si sus intenciones son buenas y vienen para ayudarme, acepto de todo corazón que se unan a mi tropa; pero si lo que quieren es traicionarme y entregarme a mis enemigos, ¡que nuestro Dios los castigue! Yo a nadie le he causado daño, pues no soy un criminal».
También vinieron al refugio, donde estaba David, algunos de los hijos de Benjamín y Judá.
Y David salió a ellos, y les habló diciendo: Si habéis venido a mí para paz y para ayudarme, mi corazón será unido con vosotros; mas si es para entregarme a mis enemigos, sin haber iniquidad en mis manos, véalo el Dios de nuestros padres, y lo demande.
Y David salió a ellos, y les habló diciendo: Si habéis venido a mí para paz y para ayudarme, mi corazón será unido con vosotros; mas si para traicionarme en pro de mis enemigos, siendo mis manos sin iniquidad, véalo el Dios de nuestros padres, y lo demande.