Entonces David tomó la corona de la cabeza de su rey, y halló que pesaba un talento de oro y tenía piedras preciosas. Y fue puesta sobre la cabeza de David. También sacó mucho botín de la ciudad.
Al rey de los amonitas[1] David le quitó la corona de oro que tenía puesta, la cual pesaba treinta y tres kilos[2] y estaba adornada con piedras preciosas. Luego se la pusieron a David. Además, David saqueó la ciudad y se llevó un botín inmenso.
David le quitó la corona al rey amonita, la cual era de oro, pesaba treinta y tres kilos, y tenía una piedra preciosa. David le quitó esa piedra preciosa y la puso en su propia corona, y se llevó además gran parte de las riquezas de la ciudad.
David tomó de la cabeza de Milkom la corona y encontró que pesaba un talento de oro. Había en ella una piedra preciosa que fue puesta en la cabeza de David, y se llevó un enorme botín de la ciudad.
Y tomó David la corona de encima de la cabeza del rey de Rabá, y la halló de peso de un talento de oro, y había en ella piedras preciosas; y fue puesta sobre la cabeza de David. Además de esto sacó de la ciudad muy grande botín.
Y tomó David la corona del rey de ellos de sobre su cabeza, y la halló de peso de un talento de oro, y había en ella piedras preciosas; y fue puesta sobre la cabeza de David. Y Además de esto sacó de la ciudad muy grande botín.