'Ahora pues, ante los ojos de todo Israel, la congregación de Jehovah, y a oídos de nuestro Dios, guardad y escudriñad todos los mandamientos de Jehovah vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra y para que la dejéis por heredad a vuestros hijos después de vosotros, para siempre.
'En presencia de Dios que nos escucha, y de todo Israel, que es la congregación del Señor, hoy les encarezco que obedezcan cumplidamente todos los mandamientos del Señor su Dios. Así poseerán esta hermosa tierra y se la dejarán en herencia perpetua a sus hijos.
»Dios y todo Israel son testigos de lo que estamos haciendo. Por eso, en este día, delante de ellos, les pido a ustedes, los líderes del pueblo, que respeten y obedezcan todos los mandamientos de Dios; sólo así seguirán viviendo en esta tierra fértil, y podrán dejársela a sus hijos para siempre». Luego el rey David se volvió a su hijo Salomón y le dijo:
«Ahora, pues, a los ojos de todo Israel, que es la asamblea de Yahveh, y a oídos de nuestro Dios, guardad y meditad todos los mandamientos de Yahveh vuestro Dios, para que podáis poseer esta tierra espléndida y la dejéis como heredad a vuestros hijos después de vosotros para siempre.
Ahora, pues, ante los ojos de todo Israel, congregación de Jehová, y en oídos de nuestro Dios, guardad e inquirid todos los preceptos de Jehová vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis en herencia a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente.
Ahora, pues, delante de lo ojos de todo Israel, congregación de Jehová, y en oídos de nuestro Dios, guardad e inquirid todos los preceptos de Jehová vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis por heredad a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente.