No os escribo porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna mentira procede de la verdad.
No les escribo porque ignoren la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad.
Por eso les escribo, porque sé que ustedes conocen la verdad, y saben que quien la conoce no puede mentir.
Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la conocéis y porque ninguna mentira viene de la verdad.
No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.
No os he escrito porque ignoréis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira es de la verdad.