Ahora, hijitos, permaneced en él para que, cuando aparezca, tengamos confianza y no nos avergoncemos delante de él, en su venida.
Y ahora, queridos hijos, permanezcamos* en él para que, cuando se manifieste, podamos presentarnos ante él confiadamente, seguros de no ser avergonzados en su venida.
Ahora, hijos míos, sigan unidos a Cristo. Así, cuando él regrese, lo estaremos esperando confiadamente y no pasaremos por la vergüenza de ser castigados.
Y ahora, hijos míos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su Venida.
Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.
Y ahora, hijitos, permaneced en él; para que cuando el apareciere, tengamos confianza, y no seamos avergonzados delante de él en su venida.