El faraón le preguntó: —Pero, ¿qué te falta conmigo, para que procures irte a tu tierra? El respondió: —Nada, pero de todas maneras déjame ir.
¿Y por qué quieres regresar a tu país? le preguntó el faraón. ¿Acaso te falta algo aquí? No respondió Hadad, ¡pero de todos modos déjeme ir!
El rey le contestó: —¿Por qué quieres volver a tu país? ¡Aquí nada te falta! Hadad le respondió: —Aun así, te ruego que me dejes ir. Así que regresó y se enfrentó con Salomón.
Faraón le dijo: «¿Qué te falta a mi lado para que trates de ir a tu tierra?» El respondió: «Nada, pero déjame partir.»
Faraón le respondió: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? El respondió: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir.
Y le respondió Faraón: ¿Por qué? ¿Qué te falta conmigo, que procuras irte a tu tierra? Y él respondió: Nada; con todo, te ruego que me dejes ir.