El profeta levantó el cuerpo del hombre de Dios, lo colocó sobre el asno y se lo llevó. El profeta anciano fue a la ciudad para hacer duelo por él y sepultarlo.
Entonces el profeta levantó el cadáver del hombre de Dios, lo puso sobre el asno y se lo llevó de vuelta a la ciudad para hacer duelo por él y enterrarlo.
Entonces el anciano profeta levantó el cuerpo del profeta de Judá. Lo puso encima del burro y lo llevó a la ciudad para llorar por él y sepultarlo.
Levantó el profeta el cadáver del hombre de Dios, lo puso sobre el asno y lo trajo. Entró en la ciudad el anciano profeta, le lloró y le sepultó.
Entonces tomó el profeta el cuerpo del varón de Dios, y lo puso sobre el asno y se lo llevó. Y el profeta viejo vino a la ciudad, para endecharle y enterrarle.
Y tomando el profeta el cuerpo del varón de Dios, lo puso sobre el asno, y se lo llevó. Y el profeta viejo vino a la ciudad, para endecharle y enterrarle.