Cuando Basá se enteró, dejó de fortificar Ramá y se retiró a Tirsá.
Cuando el rey Baasá se enteró de esto, dejó de vigilar Ramá y regresó a la ciudad de Tirsá.
Cuando Basá lo supo suspendió las fortificaciones de Ramá y se volvió a Tirsá.
Oyendo esto Baasa, dejó de edificar a Ramá, y se quedó en Tirsa.
Y oyendo esto Baasa, dejó de edificar a Ramá, y se estuvo en Tirsa.