Pero él dijo: —¿En qué he pecado para que tú entregues a tu siervo en mano de Acab, para que me mate?
¿Qué mal ha hecho este servidor suyo preguntó Abdías, para que usted me entregue a Acab y él me mate?
Abdías le dijo: —El rey ha enviado a muchos hombres a buscarlo por todos los países y reinos. Cuando ellos regresaron sin encontrarlo, el rey les hizo jurar que en verdad no lo encontraron. Le juro a usted por Dios que digo la verdad. No me pida que le diga al rey que usted está aquí, pues en cuanto yo me aleje, el espíritu de Dios se lo llevará a donde yo no lo sepa. ¿Qué pecado he cometido para que usted me pida eso? Hacerlo será como entregarme al rey para que me mate. Porque cuando Ahab venga y no lo encuentre, me matará, a pesar de que yo he obedecido a Dios desde que era joven.
Respondió: «¿En qué he pecado, pues entregas a tu siervo en manos de Ajab para hacerme morir?
Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que entregues a tu siervo en mano de Acab para que me mate?
Pero él dijo: ¿En qué he pecado, para que tú entregues tu siervo en mano de Acab para que me mate?