Se recostó debajo del arbusto y se quedó dormido. Y he aquí que un ángel le tocó y le dijo: —Levántate, come.
Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido. De repente, un ángel lo tocó y le dijo: 'Levántate y come.'
Después se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido. Al rato un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come».
Se acostó y se durmió bajo una retama, pero un ángel le tocó y le dijo: «Levántate y come.»
Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come.
Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido. Y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come.