Entonces un hombre de los hijos de los profetas dijo a su compañero, por mandato de Jehovah: —¡Golpéame, por favor! Pero el hombre rehusó golpearle.
En obediencia a la palabra del Señor, un miembro de la comunidad de profetas le dijo a otro: ¡Golpéame! Pero aquél se negó a hacerlo.
Después, un hombre que pertenecía al grupo de los profetas de Dios le dijo a uno de sus compañeros: —Dios ordena que me hieras. Por favor, hazlo. Pero su compañero no quiso herirlo.
Un hombre de los hijos de los profetas dijo a su compañero: «Por orden de Yahveh, hiéreme»; pero el hombre no quiso herirle.
Entonces un varón de los hijos de los profetas dijo a su compañero por palabra de Dios: Hiéreme ahora. Mas el otro no quiso herirle.
Entonces un varón de los hijos de los profetas dijo a su compañero por palabra de Dios: Hiéreme ahora. Mas el otro varón no quiso herirle.