Hizo también dos capiteles de bronce fundido, para que fuesen puestos sobre la parte superior de las columnas. Un capitel tenía 5 codos de alto, y el otro capitel también tenía 5 codos de alto.
Las columnas que hizo remataban en dos capiteles de bronce fundido que medían dos metros con veinticinco centímetros de alto.
También preparó en bronce el adorno de la parte superior de cada columna. Ese adorno tenía forma de lirio, y medía dos metros y veinticinco centímetros de alto. Estaba decorado con figuras en forma de cadena. La parte más alta y ancha del adorno de bronce tenía dos hileras de figuras en forma de manzana. Cada hilera estaba formada por cien de esas figuras. Cuando las columnas estuvieron terminadas, Hiram las colocó en el salón de la entrada del templo. A la columna de la derecha la llamó Jaquín y a la de la izquierda Bóaz.
Hizo dos capiteles fundidos en bronce para colocarlos sobre la cima de las columnas, de cinco codos de altura un capitel y de cinco codos de altura el capitel segundo.
Hizo también dos capiteles de fundición de bronce, para que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas; la altura de un capitel era de cinco codos, y la del otro capitel también de cinco codos.
Hizo también dos capiteles de fundición de bronce, para que fuesen puestos sobre las cabezas de las columnas; la altura de un capitel era de cinco codos, y la del otro capitel de cinco codos.