con gran angustia comenzó a orar al Señor y a llorar desconsoladamente.
Ana estaba tan triste que no dejaba de llorar. Por eso oró a Dios
Estaba ella llena de amargura y oró a Yahveh llorando sin consuelo,
ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.
ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.