El afilado costaba un pim, tanto para las rejas de arado, como para los azadones, los tridentes, las hachas o para afinar las aguijadas.
[4] Por un arado o un azadón cobraban ocho gramos de plata, y cuatro gramos[5] por una horqueta o un hacha, o por arreglar las aguijadas.
El precio era dos tercios de siclo por aguzar las azuelas y enderezar la aguijada.
Y el precio era un pim por las rejas de arado y por los azadones, y la tercera parte de un siclo por afilar las hachas y por componer las aguijadas.
Y el precio era un pim por las rejas de arado y por los azadones, por los tridentes, o las hachas; hasta para una aguijada que se hubiera de componer.