Saúl dijo a Jehovah Dios de Israel: —Concédenos un resultado perfecto. Fueron tomados Jonatán y Saúl, y el pueblo salió libre.
Luego le rogó Saúl al Señor, Dios de Israel, que le diera una respuesta clara. La suerte cayó sobre Jonatán y Saúl, de modo que los demás quedaron libres.
Saúl echó suertes y le pidió al Dios de Israel: «Dime quién tiene la culpa, si Jonatán, el pueblo, o yo». La suerte recayó sobre Jonatán y Saúl, de modo que el pueblo quedó libre de culpa.
Dijo entonces Saúl: «Yahveh Dios de Israel, ¿por qué no respondes hoy a tu siervo? Si el pecado es mío o de mi hijo Jonatán, Yahveh Dios de Israel, da = urim; = si el pecado es de tu pueblo Israel, da = tummim =.» Fueron señalado Saúl y Jonatán, quedando libre el pueblo.
Entonces dijo Saúl a Jehová Dios de Israel: Da suerte perfecta. Y la suerte cayó sobre Jonatán y Saúl, y el pueblo salió libre.
Entonces dijo Saúl a Jehová Dios de Israel: Da perfección. Y fueron tomados Jonatán y Saúl, y el pueblo salió libre.