Cuando David vino a Saúl, se quedó a su servicio. Saúl le estimaba mucho y le hizo su escudero.
Cuando David llegó, quedó al servicio de Saúl, quien lo llegó a apreciar mucho y lo hizo su escudero.
David llegó al palacio y se puso al servicio de Saúl. Y tanto le agradó David a Saúl que lo tomó como uno de sus ayudantes. Siempre que el espíritu malo atacaba a Saúl, David tocaba el arpa; entonces el espíritu malo se alejaba y Saúl se sentía aliviado.
Llegó David donde Saúl y se quedó a su servicio. Saúl le cobró mucho afecto y le hizo su escudero.
Y viniendo David a Saúl, estuvo delante de él; y él le amó mucho, y le hizo su paje de armas.
Y viniendo David a Saúl, estuvo delante de él: y él le amó mucho, y fue hecho su escudero.