Cuando Saúl y todo Israel oyeron estas palabras del filisteo, se amedrentaron y tuvieron mucho temor.
Al oír lo que decía el filisteo, Saúl y todos los israelitas se consternaron y tuvieron mucho miedo.
Cuando Saúl y los israelitas oyeron lo que decía el filisteo, se desanimaron y les dio mucho miedo. Pero el filisteo siguió provocando a los israelitas mañana y tarde, durante cuarenta días. Jesé había nacido en Belén de Judá. Ya era muy viejo y tenía ocho hijos, de los cuales David era el menor. Sus tres hijos mayores eran Eliab, Abinadab y Samá, y habían ido con Saúl a la guerra. David pasaba el tiempo cuidando las ovejas de su padre y llevando mensajes y provisiones a sus hermanos, que estaban con Saúl.
Oyó Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo y se consternaron y se llenaron de miedo.
Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo.
Y oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron, y tuvieron gran miedo.