1 Samuel 25:24

Se echó a sus pies y le dijo: —¡Señor mío, sea la culpa sobre mí! Pero permite que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva.

Otras versiones de la Biblia

Se arrojó a sus pies y dijo: Señor mío, yo tengo la culpa. Deje que esta sierva suya le hable; le ruego que me escuche.

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

y echándose a los pies de David le dijo: —Señor mío, por favor, ¡escuche usted mis palabras, aunque no soy más que una simple sirvienta suya! ¡No le dé usted importancia a las groserías de Nabal! ¡Su nombre significa “estúpido”, y en verdad lo es! »¡Yo tengo la culpa de todo! Y la tengo, señor mío, porque no vi a los mensajeros que usted envió. Pero Dios no permitirá que usted se desquite matando a gente inocente. Yo le pido a Dios que castigue a los enemigos de usted del mismo modo que será castigado Nabal.

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

arrojándose a sus pies le dijo: «Caiga sobre mí la falta, señor. Deja que tu sierva hable a tus oídos y escucha las palabras de tu sierva.

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

Y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas te ruego hable tu sierva en tus oídos, y oye las palabras de tu sierva.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 23
    Cuando Abigaíl vio a David, se apresuró y bajó del asno; y cayendo delante de David sobre su rostro, se postró en tierra.
  • 24
    Se echó a sus pies y le dijo: —¡Señor mío, sea la culpa sobre mí! Pero permite que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva.
  • 25
    Por favor, no haga caso mi señor de este hombre de mal carácter, Nabal. Porque como su nombre, así es él: Su nombre es Nabal, y la insensatez está con él. Pero yo, tu sierva, no vi a los jóvenes de mi señor, a los cuales enviaste.

Imagen del verso

Se echó a sus pies y le dijo: —¡Señor mío, sea la culpa sobre mí! Pero permite que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva. - 1 Samuel 25:24