Te ruego que perdones la ofensa de tu sierva, pues de cierto Jehovah edificará una casa firme a mi señor, porque mi señor está dirigiendo las batallas de Jehovah. Que no sea hallado mal en ti en toda tu vida.
Yo le ruego que perdone la falta de esta servidora suya. Ciertamente, el Señor le dará a usted una dinastía que se mantendrá firme, y nunca nadie podrá hacerle a usted ningún daño,[5] pues usted pelea las batallas del Señor.
y perdone mis errores. Usted sólo lucha cuando Dios se lo manda; estoy segura de que Dios hará que todos los descendientes de usted reinen en Israel. Por eso, ni ahora ni nunca haga usted lo malo.
Perdona, por favor, la falta de tu sierva, ya que ciertamente hará Yahveh una casa permanente a mi señor, pues mi señor combate las batallas de Yahveh y no vendrá mal sobre ti en toda tu vida.
Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa; pues Jehová de cierto hará casa estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días.
Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa; pues Jehová de cierto hará casa firme a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová, y mal no se ha hallado en ti en tus días.