Saúl dijo a David: —¡Bendito seas, David, hijo mío! Sin duda, tú harás grandes cosas y ciertamente triunfarás. Después David continuó su camino, y Saúl regresó a su lugar.
¡Bendito seas, David, hijo mío! respondió Saúl. Tú harás grandes cosas, y en todo triunfarás. Luego David siguió su camino, y Saúl regresó a su palacio.
—David, hijo mío, ¡bendito seas! Yo sé que te irá bien en todo lo que hagas. Y así David siguió su camino, y Saúl regresó a su casa.
Dijo Saúl a David: «Bendito seas, hijo mío David. Triunfarás en todas tus empresas.» Siguió David por su camino y Saúl se volvió a su casa.
Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda emprenderás tú cosas grandes, y prevalecerás. Entonces David se fue por su camino, y Saúl se volvió a su lugar.
Y Saúl dijo a David: Bendito eres tú, hijo mío David; sin duda ejecutarás tú grandes empresas, y prevalecerás. Entonces David se fue su camino, y Saúl se volvió a su lugar.