—¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl! El rey le dijo: —No tengas miedo. ¿Qué has visto? La mujer respondió a Saúl: —He visto un ser divino que sube de la tierra.
No tienes nada que temer dijo el rey. Dime lo que has visto. Veo un espíritu que sube[1] de la tierra respondió ella.
—No tengas miedo —le aseguró el rey—. ¡Dime lo que ves! Ella le dijo: —Veo a un espíritu que sube del fondo de la tierra.
El rey le dijo: «No temas, pero ¿qué has visto?» La mujer respondió a Saúl: «Veo un espectro que sube de la tierra.»
¿Por qué me has engañado? pues tú eres Saúl. Y el rey le dijo: No temas. ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra.
Y el rey le dijo: No temas: ¿Qué has visto? Y la mujer respondió a Saúl: He visto dioses que suben de la tierra.