David respondió a Aquis: —Sabrás, pues, lo que puede hacer tu servidor. Y Aquis dijo a David: —Entonces te haré mi guarda personal para siempre.
Está bien respondió David. Ya verá Su Majestad de lo que es capaz este siervo suyo. Si es así añadió Aquis, de ahora en adelante te nombro mi guardaespaldas.
—¡Claro que sí! —le contestó David—. Ahora va usted a ver de lo que soy capaz. —Muy bien —dijo Aquís—. Tú serás mi guardaespaldas.
Respondió David a Akís: «Ahora vas a saber bien lo que va a hacer tu servidor.» Dijo Akís a David: «Con seguridad te haré mi guardia personal para siempre.»
Y David respondió a Aquis: Muy bien, tú sabrás lo que hará tu siervo. Y Aquis dijo a David: Por tanto, yo te constituiré guarda de mi persona durante toda mi vida.
Y David respondió a Aquís: Ciertamente tú sabrás lo que tu siervo puede hacer. Y Aquís dijo a David: Por tanto te haré guarda de mi cabeza para siempre.