Levántate, pues, muy de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo. Y levantándoos muy de mañana, partid al amanecer.
Por lo tanto, levántense mañana temprano, tú y los siervos de tu señor que vinieron contigo, y váyanse con la primera luz del día.
»Yo te agradecería que mañana temprano, en cuanto salga el sol, tú y tus hombres regresen a la ciudad que les di.
Levántate, pues, de mañana, con los servidores de tu señor que han venido contigo e id al sitio que os he asignado. No guardes resentimiento en tu corazón, porque me eres grato. Levantaos de mañana y partid en cuanto sea de día.»
Levántate, pues, de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo; y levantándoos al amanecer, marchad.
Levántate, pues, muy de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo; y temprano en la mañana, cuando os levantéis, al amanecer, partid.