El joven Samuel servía a Jehovah delante de Elí. La palabra de Jehovah escaseaba en aquellos días, y no había visiones con frecuencia.
Samuel, que todavía era joven, servía al Señor bajo el cuidado de Elí. En esos tiempos no era común oír palabra del Señor, ni eran frecuentes las visiones.
En aquellos tiempos, Dios se comunicaba muy pocas veces con la gente y no le daba a nadie mensajes ni visiones. Por su parte, el niño Samuel servía a Dios bajo la dirección de Elí, que ya casi estaba ciego. Una noche, poco antes de que se apagara la lámpara del santuario, Dios llamó a Samuel por su nombre. Elí y Samuel estaban ya acostados, cada uno en su habitación. Samuel dormía en el santuario, que es donde estaba el cofre del pacto de Dios. —¡Samuel, Samuel! —dijo Dios.
Servía el niño Samuel a Yahveh a las órdenes de Elí; en aquel tiempo era rara la palabra de Yahveh, y no eran corrientes las visiones.
El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.
Y EL joven Samuel ministraba a Jehová delante de Elí; y la palabra de Jehová era preciada en aquellos días; pues no había visión manifiesta.