Al tiempo que moría, le decían las que estaban junto a ella: —No tengas temor, porque has dado a luz un hijo. Pero ella no respondió ni prestó atención.
Al verla agonizante, las parteras que la atendían le dijeron: 'Anímate, que has dado a luz un niño.' Ella no respondió; ni siquiera les hizo caso.
eso le causó la muerte. Antes de que ella muriera, las mujeres que la atendían le dijeron: «Anímate, tuviste un niño».
Estando a la muerte, las que la asistían le dijeron: «Animo, que es un niño lo que has dado a luz», pero ella no respondió ni prestó atención.
Y al tiempo que moría, le decían las que estaban junto a ella: No tengas temor, porque has dado a luz un hijo. Mas ella no respondió, ni se dio por entendida.
Y al tiempo que se moría, le decían las que estaban junto a ella: No tengas temor, porque has dado a luz un hijo. Mas ella no respondió, ni puso atención.