Los hombres que no habían muerto fueron llagados con tumores, y el clamor de la ciudad subía hasta el cielo.
Los que no murieron fueron azotados por tumores, de modo que los gritos de la ciudad llegaban hasta el cielo.
Los que no murieron fueron atacados de tumores y los alaridos de angustia de la ciudad subieron hasta el cielo.
Y los que no morían, eran heridos de tumores; y el clamor de la ciudad subía al cielo.
Y los que no morían, eran heridos de hemorroides; y el clamor de la ciudad subía al cielo.