Cuando llegaron a la tierra de Zuf, Saúl dijo a su criado que le acompañaba: —Ven, volvámonos, porque quizás mi padre, dejando de preocuparse por las asnas, esté preocupado por nosotros.
Cuando llegaron al territorio de Zuf, Saúl le dijo al criado que lo acompañaba: Vámonos. Debemos regresar, no sea que mi padre comience a preocuparse más por nosotros que por las burras.
Cuando llegaron a la región de Suf, Saúl le dijo a su ayudante: —Tenemos que regresar. Mi padre ha de estar más preocupado por nosotros que por las burras.
Cuando llegaron a la comarca de Suf, dijo Saúl a su criado que le acompañaba: «Vamos a volvernos, no sea que mi padre olvidando las asnas se inquiete por nosotros.»
Cuando vinieron a la tierra de Zuf, Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá mi padre, abandonada la preocupación por las asnas, estará acongojado por nosotros.
Y cuando vinieron a la tierra de Zuf, Saúl dijo a su criado que tenía consigo: Ven, volvámonos; porque quizá mi padre, dejado el cuidado de las asnas, estará preocupado por nosotros.