Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente actuamos entre vosotros los creyentes.
Dios y ustedes me son testigos de que nos comportamos con ustedes los creyentes en una forma santa, justa e irreprochable.
Ustedes confían en Dios, y nosotros nos hemos portado bien y correctamente con ustedes. Dios sabe que eso es cierto, y ustedes también. Nadie puede acusarnos de nada.
Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprochablemente nos comportamos con vosotros, los creyentes.
Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes;
Vosotros sois testigos, y Dios, de cuán santa y justa e irreprensiblemente nos condujimos con vosotros que creísteis;