Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad;
Porque Dios no nos ha llamado a seguir pecando, sino a vivir una vida santa.
pues no nos llamó Dios a la impureza, sino a la santidad.
Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.
Porque no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación.