Pero nosotros que somos del día seamos sobrios, vestidos de la coraza de la fe y del amor, y con el casco de la esperanza de la salvación.
Nosotros que somos del día, por el contrario, estemos siempre en nuestro sano juicio, protegidos por la coraza de la fe y del amor, y por el casco de la esperanza de salvación;
Pero nosotros no vivimos en la oscuridad, sino en la luz. Por eso debemos mantenernos alerta, y confiar en Dios y amar a toda persona. ¡Nuestra confianza y nuestro amor nos pueden proteger del pecado como una armadura! Y si no dudamos nunca de nuestra salvación, esa seguridad nos protegerá como un casco.
Nosotros, por el contrario, que somos del día, seamos sobrios; = revistamos la coraza = de la fe y de la caridad, = con el yelmo = de la esperanza = de salvación. =
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, vestidos de la coraza de fe y amor, y de la esperanza de salvación, como un yelmo.