Pero el propósito del mandamiento es el amor que procede de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe no fingida.
Debes hacerlo así para que el amor brote de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera.
Te pido que les enseñes a amar de verdad. Sólo los que tienen la conciencia tranquila, y confían sinceramente en Dios, pueden amar así.
El fin de este mandato es la caridad que procede de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera.
Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida,
Pues el fin del mandamiento es el amor de corazón puro, y de buena conciencia, y de fe no fingida,