Que no sea un recién convertido, para que no se llene de orgullo y caiga en la condenación del diablo.
No debe ser un recién convertido, no sea que se vuelva presuntuoso y caiga en la misma condenación en que cayó el diablo.
Y no debe ser alguien con poco tiempo de haber creído en Jesucristo, pues puede volverse orgulloso, y entonces recibirá el mismo castigo que Satanás.
Que no sea neófito, no sea que, llevado por la soberbia, caiga en la misma condenación del Diablo.
no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
No un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en condenación del diablo.