No reprendas con dureza al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;
No reprendas con dureza al anciano, sino aconséjalo como si fuera tu padre. Trata a los jóvenes como a hermanos;
Cuando corrijas a un anciano, no lo regañes; al contrario, aconséjalo como si fuera tu propio padre. Trata a las ancianas como si se tratara de tu propia madre, y a las jóvenes trátalas con todo respeto, como si fueran tus hermanas.
Al anciano no le reprendas con dureza, sino exhórtale como a un padre; a los jóvenes, como a hermanos;
No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;
NO reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;