Porque todas las promesas de Dios son en él 'sí'; y por tanto, también por medio de él, decimos 'amén' a Dios, para su gloria por medio nuestro.
Todas las promesas que ha hecho Dios son 'sí' en Cristo. Así que por medio de Cristo respondemos 'amén' para la gloria de Dios.
Y todas las promesas que Dios ha hecho se cumplen por medio de Jesucristo. Por eso, cuando alabamos a Dios por medio de Jesucristo, decimos «Amén».
Pues todas las promesas hechas por Dios han tenido su sí en él; y por eso decimos por él «Amén» a la gloria de Dios.
porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.
Porque todas las promesas de Dios son Sí en él, y Amén en él, por medio de nosotros, para la gloria de Dios.