porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas.
ni luchamos con las armas de este mundo. Al contrario, usamos el poder de Dios para destruir las fuerzas del mal, las acusaciones
¡No!, las armas de nuestro combate no son carnales, antes bien, para la causa de Dios, son capaces de arrasar fortalezas. Deshacemos sofismas
porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;