¡Por la verdad de Cristo que está en mí, este motivo de orgullo no me será negado en las regiones de Acaya!
Es tan cierto que la verdad de Cristo está en mí, como lo es que nadie en las regiones de Acaya podrá privarme de este motivo de orgullo.
Así como estoy seguro de que conozco la verdad de Cristo, también estoy seguro de que en toda la región de Acaya nadie me quitará esta satisfacción.
¡Por la verdad de Cristo que está en mí!, que esta gloria no me será arrebatada en las regiones de Acaya.
Por la verdad de Cristo que está en mí, que no se me impedirá esta mi gloria en las regiones de Acaya.
Como la verdad de Cristo está en mí; nadie me impedirá esta gloria en las regiones de Acaya.