Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz.
Lo cual no es extraño. ¡Hasta Satanás se disfraza de ángel de luz,
Y nada tiene de extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz.
Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.
Y no es de maravillarse, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.