Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres.
Ustedes mismos son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos.
Todos pueden ver claramente el bien que Cristo ha hecho en la vida de ustedes. Para que la gente hable bien de nosotros, sólo tiene que fijarse en ustedes. Porque ustedes son como una carta que habla en favor nuestro. Cristo mismo la escribió en nuestro corazón, para que nosotros la presentemos. No la escribió en piedra, ni con tinta, sino que la escribió con el Espíritu del Dios vivo. Y esa carta está a la vista de todos los que la quieran leer.
Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres.
Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres;
Nuestra carta sois vosotros, escrita en nuestros corazones, sabida y leída de todos los hombres;